Supongo que muchos se preguntarán cómo es que no decía nada desde hacía tantos días. Algunos, los no runners, habrán dicho: «per fi calla aquest pesat!». Otros habrán pensado si realmente Paco me mató. Bueno, no directamente, pero casi. Entré en modo gripe el sábado (en realidad, ya el viernes por la noche) y he estado enfermo toda la semana. Mi fiebre desapareció el jueves por la mañana. Terminé muchos días por encima de los 38, y un par de 39. Algunas fiestas... Para colmo, el miércoles me recetaron unos antibióticos y hasta hoy tengo el estómago líquido. Además, mi cuerpo también ha tenido una reacción alérgica a algunos de los medicamentos, por lo que es una fiesta doble. El jueves y viernes estuve muy mareado, de no poder mirar el móvil durante más de dos minutos seguidos. fiesta triple
Ahir dissabte ja em vaig començar a trobar bastant millor, encara que els efectes dels antibiòtics encara duren (algun altre a part del que us he explicat). Avui, per fi, després de 9 dies, he pogut tornar a sortir a córrer. La Marató està aquí ja (queda una setmana només), i o feia això, o ni de conya podia estar en condicions. Sabia que anar amb en Paco i Juanjo era un risc mortal, però ho havia de fer.
Nos alojamos en el Parque de Can Mercader, y salimos a un ritmo muy pausado que me hizo pensar, esta vez, que Paco se lo tomaría con mucha calma hoy, una semana antes del Maratón. Que delirante...Error!!!!!! Es Paco. Recorrimos las calles de Hospitalet, pasamos por Santa Eulalia y la Carretera de la Bordeta hasta llegar a Plaça Espanya. Hasta ahora, todo bien. La tos y los mocos en el cuello me han hecho temblar, pero es tolerable. Hicimos unas fotos en María Cristina, donde ya se estaban preparando para pintar las líneas azules, y seguimos el entrenamiento. Bajamos por el Paral·lel, continuamos hasta Colom y subimos por la Rambla hasta Plaça Catalunya, a un ritmo de 4,15» o així de mitjana. A partir d’aquest punt en Paco ha posat l’accelerador. Hem parat a fer fotos, però cada cop que tornàvem a arrencar ell accelerava com si el perseguíssim amb una serra elèctrica i la màscara de la «Matanza de Tejas». L’objectiu era provar els darrers kilòmetres de la marató (del 38 al 42). El Paral·lel l’hem pujat per sota de 4’20». Anava tan despistat que he parat el Garmin i no m’he enrecordat d’engegar-lo fins un 1km més tard. Un cop a plaça Espanya, vinga, un altre cop a accelerar i a tornar pel mateix camí que havíem arribat. Per un moment en Paco ha dubtat d’anar per Sants, però per sort ha canviat d’opinió i no m’han hagut de beatificar i canviar el nom del carrer a Sant Marc (post-mortem, és clar).
Los últimos 11 km han sido todos por debajo de 4'30», bastant per sota. Tela… N’hi ha un que sembla que no, però es perquè no l’he parat a un semàfor. Total, 21 Km a 4’34» de mitja. Els darrers metres dins de Can Mercader han estat un suplici. A en Paco l’hem perdut de vista. Ell anava com 400 metres per endavant per sota de 4′, com qui no fa res. Quan hem acabat, hem fet una clara al Parc i apa, cap a casa a descansar.
Por otro lado, hoy en Viladecans hacían Runnering muchachas. Aquí han corrido hoy por primera vez unas amigas de mi pareja. Era una carrera de 5 Km y las tres (Txell, Anna y Laura) han entrado a la vez en meta con un tiempo de 38 minutos, y la verdad es que se las veía bastante enteras después. Aprovecho para felicitarle las desde aquí y dar ánimos para que sigan compitiendo.
Bueno, os dejo el Garmin. A ver si llego en condiciones en el maratón, que hoy sinceramente he tenido serias dudas. Me he encontrado muy, muy cansado. Supongo que por la enfermedad, que hace que todavía esté débil, por la paliza que nos ha jodido Paco (sí Paco, sí, sabemos que ibas poco a poco, pero no por nosotros!), Y por lo que he perdido.
Salut i kilòmetres! (sobretot salut ara, coi)


